jueves, 21 de abril de 2011

La preocupación es una pérdida de tiempo. No cambia nada, simplemente se mete con tu mente y te roba la felicidad.

Cuando se halla algo, cosa, lugar o persona 
perfecto 
hay que 
serle fiel
Cuando dos personas necesitan ver cada vez más el uno al otro y cada vez menos a otras personas, es que están enamorados.




Es mi deber enseñarte a vivir, sentencia el padre, el maestro o simplemente el adulto. Nos enseñan a respirar y a comer, a caminar, a descansar, a estudiar y a trabajar pero eso es sobrevivir, a vivir de verdad nadie puede enseñarnos.


No me gustan las mascaras ni aun las más bellas no saben de rubor ni de lagrimas. No les tiembla el mentón por el miedo a la desesperanza.


Y si el mañana no existe y solamente tengo el hoy y lo dejo ahí. El tiempo se desvanece ignorante de besos y de abrazos. Nos envuelve el engaño de la urgencia para que no veamos lo realmente importante. Hoy voy a tomarme el tiempo necesario para decir a la gente que la quiero y cuanto los quiero.


Amé, amo, amaré. Amé, amo, amaré. Amé, amo, amaré. Y nunca dejaré de repetirlo. Amar a alguien, a algo, a lo que sea, es una obsesión, una simple necesidad, un vicio. Pues definitivamente soy de las pocas personas que lo reconocen: "si no amo no soy persona, si no me aman intentaré serlo". Siempre será lo mismo. A todos nos gusta sentirnos especiales, a todos nos gusta sentirnos amados y a todos nos gusta hacer que otras personas se sientan amadas por nosotros. ¿O acaso es mentira?
Dicen que el chocolate es un buen método contra el mal de amores, yo, por el contrario, pienso que contra el mal de amores no hay mejor remedio que amar.
No dejará de ser una droga, una vez aprendes a amar, y a su vez, a ser amada, lo necesitas por sistema. Es una tontería no reconocerlo.
[Amé, AMO, Amaré]

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