viernes, 4 de noviembre de 2011

Y es así, nos guste o no. El tiempo funciona sin pilas. Los trenes no esperan y se van. Los capuchones de las lapiceras se pierden. Las palabras son inversamente proporcionales a todo lo que queremos decir. La batería de los celulares siempre falla. Las miradas ya son sin compromisos. Las drogas un medio de vida para algunas personas. La música pierde interés por sus letras. Los ordenadores tienen un chip para no querer volver a encenderse cada dos años. Los zapatos se desgastan. El amor se denuncia por malos tratos. Los sueños siempre llegan con retraso. El pasado te hace rebobinar tu vida. Los días martes y trece conspiran contra vos. Los besos de ciertas personas se agotan. La esperanza desespera. Las leyes se imponen sin pedir opinión. El tabaco mata. Los lunes son odiosos. Las relaciones se destiñen. Los compromisos se desentienden. Las luces se funden. Tu cartera pesa más de la cuenta. Los autobuses marean. Los sentimientos se confunden. Los semáforos siempre se ponen colorados si los miras. Las cosas siempre están dónde menos te las esperas. Las prisas te retrasan. Los momentos son instantes. Los perros ladran por que sí. Y los gatos son muy perros. Los tipos malos son muy malos y los tipos buenos no son tan buenos.



¿Es eso tan malo? ¿Soy yo la única que se siente así? ¿Es mucho, que solo quiera amor? ¿Que quiera sólo amor?



Si, lo acepto. Soy de esas que se duerme en la parte más interesante de la película. De esas que olvidan el 14 de Febrero. De las que llegan media hora tarde y sonríen mientras piden perdón. De las que hace el bolso cinco minutos antes de salir de viaje. Acepto que soy la más cabezona y negativa del planeta. Que llevo el celular siempre en el bolsillo. Que primero actúo y luego pienso. Miento bastantes veces. Que soy la chica más imperfecta y reconozco todos y cada uno de esos defectos. Me equivoco repetidas veces y pido perdón hasta que los demás lo aceptan, solo para sentirme mejor. 

Quien no te busca, no te extraña. Quien no te extraña, no te quiere. El destino determina quién entra en tu vida, pero tú decides quién se queda. La verdad duele una sola vez. La mentira cada vez que nos acordamos. Hay tres cosas en la vida que se van y no regresan jamás: las palabras, el tiempo y las oportunidades. Por eso, valora a quien te valora y no trates como prioridad a quien te trata como opción.