domingo, 20 de mayo de 2012


Ese momento cuando besas a alguien y desaparece todo lo que tienes alrededor y lo único que existe eres tú y esa persona, y te das cuenta de que esa persona es el único hombre al que debes besar el resto de tu vida, y sientes por un momento algo realmente asombroso y quieres reír y también llorar. Te inunda la felicidad de haberlo encontrado y te invade el temor de perderlo al mismo tiempo.

Fue como si en ese momento el universo sólo existiera para que estuviéramos juntos.

No es que tenga miedo, es que esta vez prefiero no equivocarme en este nuevo “comienzo”. Podes pensar que me deshielo de a poco, que pienso mucho, que siento menos. Podes pensar lo que quieras; pero no quieras dejar de creer en mí. No es que tenga miedo, me estoy dando tiempo de estar firme y no volver a caer. No pienses que me alejo. La distancia de tu boca a mis besos no se mide en metros, yo alcanzo a tocar tus labios cada vez que suspiro. No es que tenga miedo, es que prefiero no cometer errores esta vez. Prefiero no decir nada que te dé vida hoy y te la quite mañana. Lo mismo quiero para mí. No es que tenga miedo, es que en este tiempo me hice fuerte, aprendí a no ilusionarme; y esta vez prefiero no sufrir por vos.

Si está escrito que nos encontremos, entonces nos encontraremos


A...