lunes, 16 de abril de 2012

Yo creo que los errores son una manera de reaccionar, todo el mundo los tiene (algunos más que otros), y la mayoría de la gente que conoces a lo largo de tu vida tarde o temprano te termina decepcionando. La poca experiencia de vida que tengo me enseñó que nadie es dueño de nada, todo es una ilusión, y eso incluye tanto los bienes materiales como los bienes espirituales. Aquel que ya perdió algo que daba por hecho al final aprende que nada le pertenece. Y si nada me pertenece, tampoco tengo que perder mi tiempo cuidando cosas que no son mías; mejor vivir como si hoy fuese el primero (o el último) día de mi vida.

La raíz del sufrimiento es el apego; la supresión del sufrimiento significa la
eliminación, el abandono de los apegos.
Hay un deseo común, que es el cumplimiento de lo que se cree que va a dar felicidad
al yo, al ego. Ese deseo es apego, porque ponemos en él la seguridad, la
certeza de la felicidad.
Es el miedo el que nos hace desear la felicidad, y ella no se deja agarrar.
Esto sólo lo descubrimos observando, bien despiertos, viendo cuándo nos mueven los
miedos y cuándo nuestras motivaciones son reales.
Si nos aferramos a los deseos, es señal de que hay apego.
¿Abandonar los apegos significa apartarse del mundo? La respuesta es: ¡No!
Uno usa el mundo, uno goza del mundo, pero no debe hacer depender su felicidad de él.
¿Está esto suficientemente claro?
Uno comienza a gozar las cosas cuando está desapegado, porque el apego produce
ansiedad. Si estás ansioso cuanto te aferras a algo, difícilmente podrás
gozarlo.
Por lo tanto, lo que te propongo no es una renuncia al goce: es una renuncia a la
posesividad, a la ansiedad, a la tensión, a la depresión frente a la pérdida de
algo.
¿De dónde crees que provienen todos los conflictos? De los apegos.
¿De dónde crees que proviene el sufrimiento? De los apegos.
¿De dónde crees que proviene la soledad? De los apegos.
¿De dónde crees que proviene el vacío? Lo sabes: el origen es el mismo.
¿De dónde crees que provienen los temores? También de los apegos. 
Sin apego no hay temor. 
¿Lo pensaste alguna vez? Sin apego no hay temor.
 
 

Necesito creer que las personas son buenas, aunque me decepcionen una y otra vez.

 

He estado intentando convencerme de que abandonar a una persona no es lo peor que se puede hacer. Puede resultar doloroso, pero si uno no dejase nunca nada ni a nadie, no tendría espacio para lo nuevo. Sin duda evolucionar constituye una infidelidad, a los demás, al pasado, a las antiguas opiniones de uno mismo. Tal vez cada día debería contener al menos una infidelidad esencial o una traición necesaria. Se trataría de un acto optimista, esperanzador, que garantizaría la fe en el futuro, una afirmación de que las cosas pueden ser no solo diferentes, sino mejores.

jueves, 12 de abril de 2012




Algunas personas
te amarán por lo que sos,
y otras te odiarán
por la misma razón.
Hay que acostumbrarse a eso
...

Las personas cambian para que aprendas a dejarlas ir. Las cosas salen mal para que las valores cuando están bien. Crees algunas mentiras para que eventualmente aprendas a no confiar tan rápido... Y a veces, las cosas buenas se van, para que mejores cosas puedan llegar.

T
odo lo que hacemos en la vida, lo hacemos para seducir. Seducir a alguien es lograr que desee lo que uno quiere que desee. Seducir es incentivar, estimular, provocar el deseo en el otro. Muchos esperan en silencio detectar una señal en el ser amado, esperan ser deseados. A otros, lo que los seduce es sentirse deseados. A otros les seduce lo opuesto, sentirse no deseados. A otros, los seduce lo prohibido, lo imposible, lo que no pueden tener. ¿Existe una sola manera de seducir? ¿Es posible seducir a alguien que no nos desea? ¿Alcanza con la seducción para el amor? Si se desea lo que no se tiene, cuando se tiene, ¿se sigue deseando? ¿Tendrán algún efecto las “técnicas de seducción”?...
Todo un tema el de la seducción… ¿nunca te pasó que no sabes cómo hacer para que la otra persona se dé cuenta de lo que te pasa sin echar a perder esa relación?… Para seducir hay que saber esperar el momento exacto. Yo creo, que tal vez la mejor técnica sea no tener técnicas… pero guiándonos a través de la intuición seguramente sea más fácil que a través de la razón. Tanto especular, le juega en contra a la seducción. La intuición, en cambio, nos abre nuevas puertas, nos da nuevas llaves.
Uno pretende que sueñen con nosotros, queremos ser el único en la vida del otro, pero solo se puede aspirar a ser el elegido. Seducir tiene sus vueltas; a veces, el amor muere cuando damos nuestro amor por sentado, y renace cuando sienten que pueden perderlo. Nos preocupa mucho que no haya terceros dando vueltas, pero a veces, esos terceros, ayudan a la seducción, la encienden. El mayor riesgo de un seductor, es caer seducido; ahí se vuelve torpe, predecible. El riesgo de un seducido, es su inseguridad, que puede llevarlo a cometer ciertas torpezas…
Uno no sabe por qué ama, ni por qué es amado. Seducir tal vez sea simplemente ayudar un poquito a esa magia que ocurre, sin que sepamos bien como ocurre, ni por qué.


Lo que hace que la vida valga la pena, es todo aquello que te hace sonreír...



viernes, 6 de abril de 2012


¡Lograste enamorarme por primera vez!
Es verdad que somos diferentes, que nos peleamos, que a veces no nos aguantamos, pero en el fondo ¿sabes lo que pasa?, que me cuesta mucho decirte que conocerte, que encontrarme con vos me cambio la vida, y me la cambio para bien. Yo siempre había estado sola o con amores pasajeros que no valían la pena, ni siquiera eran dignos de llamarse amor, no había tenido a nadie enserio y pensaba que iba a quedarme así para siempre, pero ahora no; desde que te conocí quiero estar a tu lado siempre, yo quiero seguir ahí al lado tuyo, con peleas, no sabiéndote decir las cosas, sacándote de quicio, con todo esto y con infinidades de alegrías, porque también es cierto que con vos descubrí el amor verdadero y la total felicidad... y quiero de estas cosas toda una vida, solo si VOS queres...



Y aunque él no te lo permita,

aunque no te deje, 
o incluso aunque incluso se
ría y no te crea,
aun así deciselo. 
Decile que el amor existe, 
pero sobre todo que 
lo descubriste
en y gracias a él






Porque te vi venir y no dudé, te vi llegar, y te abracé
y puse toda mi pasión para que te quedaras
y luego te besé y me arriesgué con la verdad te acaricié 
y al fin abrí mi corazón para que tú pasaras.






D ♥