viernes, 1 de abril de 2011




Creo que a algunos les da miedo... pensar que las cosas pueden ser distintas. El mundo no es exactamente... una mierda. Es difícil para la gente acostumbrada a las cosas como son, incluso si están mal, a cambiar. Y digamos que se rinden...Y cuando se rinden, todos pierden...





La princesita sueña, sueña con ser reina y frente al espejo se pinta los labios, cien veces se peina su pelo de luna y en falda y tacones, se sube a su nube y sale a la vida a romper corazones.




A lo mejor perdiste muchas cosas a lo largo del camino, sueños, amigos, ilusiones. Quizás alguien te rompió el corazón en mil pedazos, así y todo no pierdas nunca la fe en vos mismo, repetile a tu corazón que nunca es tarde, que siempre hay tiempo para empezar de nuevo y vas a ver como empieza a latir con renovadas fuerzas.










Ser distinto no te hace más popular ante las personas. Solamente los valientes se animan a no ser como el resto. A pensar en sí mismos. A tener miedo y a dominar ese miedo.






A veces podemos seguir una linda mentira antes que enfrentarnos a la verdad que nos lastima. Prejuzgar, equivocarnos, no abrir los ojos. 






El amor, se hacen las mayores locuras en nombre del amor. Porque cuando uno ama nos sentimos al borde del abismo. El pasado se olvida, el presente se disuelve, el futuro no existe. Porque el amor es así, loco, imprescindible, temerario, te absorbe, te consume, te devora. Te pone alas en los pies y cosquillas en el corazón. Te hace reír, te hace llorar, te hace soñar, pero sobre todo te hace sentir profundamente viva.


Hay tres formas de hacer las cosas, hacerlas bien, hacerlas mal y hacerlas como yo las hago.


¿Qué es verdadero y qué es falso? ¿Lo que vemos a simple vista es verdadero? ¿Podemos confiar en lo que escuchamos? ¿En qué decidimos creer? ¿Es verdadero lo que se ve y falso lo que no se ve... o al revés?
¿Alguna vez vieron a alguien hacer un papelón por lo que siente? ¿Alguna vez ocultaron lo que sienten por miedo al papelón? Muchos compran gato por liebre y se dejan llevar por las apariencias, pero las apariencias engañan. Es mucho más fácil dejarse llevar por las apariencias y vivir en la mentira. No todo es lo que parece ni todo lo que brilla es oro, eso también deberían saberlo. Algunos se terminan creyendo las apariencias y así viven... aparentemente viven. Pero vivir de verdad es otra cosa, amar de verdad es otra cosa. Hay que saber mirar muy bien para ver de verdad a la gente, para ver su esencia, y no su apariencia.
A veces el que parece un santo es un demonio, y el que parece un demonio es un santo. A veces lo que brilla de verdad es una baratija y el oro, el oro de verdad, no brilla. Las apariencias no logran engañar. Lo esencial es invisible a los ojos, pero igual se ve. Hay que abrir los ojos para ver que la verdad no siempre es la apariencia. Muchos venden gato por liebre, pero si vos viste una liebre de verdad ¿quién te va a engañar?
Si alguna vez viste llover en un día soleado no te podes dejar engañar por el chorro de una manguera. Eso es un papelón....

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