miércoles, 6 de abril de 2011

Cuando eres pequeño cualquier cosa puede cautivarte, pompas de jabón o un riego que crea un arco iris sobre el césped. Creo que hacerse mayor significa que cada vez te cuesta más encontrar la forma de sentirte cautivado. La única vez que veo a los adultos con esa misma cara es... cuando se enamoran.




Como se olvida? no recordando, ¿como se recuerda? a partir de los sentidos. ¿Que quiere decir esto? una imagen, o un sonido, o un aroma digamos, te despiertan un recuerdo ¿Lo que tenemos que hacer? Tenemos…






Me gustaría que la vida sea un poco menos complicada: que no halla mentiras, y si las hay, que no cueste perdonar. Que nadie se equivoque, o por lo menos si así lo es, que se aprenda de tal error.
¿Seré yo la complicada? Sí lo mas seguro, siempre tratando de que las cosas me salgan al menos un poco bien pero hasta las cosas buenas se me complican.


Cada promesa es una amenaza; cada pérdida, un encuentro. De los miedos nacen los corajes; y de las dudas, las certezas. Los sueños anuncian otra realidad posible y los delirios, otra razón. Al fin y al cabo, somos lo que hacemos para cambiar lo que somos.


TODO TODO TODO, ES TUYO SI QUERÉS, QUERES?



¿Y uno pretende redimir esa culpa con un simple perdón?. Un perdón, no puede reparar lo que hicimos mal. Para pedir perdón, antes, hay que estar dispuesto a reparar. De que sirve pedir perdón, cuando no hay manera... de reparar lo que hiciste mal.
Cuando no nos perdonan, nos obligan a vivir con nuestro error, con nuestra culpa. Cuando no nos perdonan, nos obligan a hacernos cargo de lo que hacemos, con un simple perdón no se puede borrar el dolor que se causó. 
Pedir perdón es poner una curita en una herida abierta que nosotros mismos provocamos. Recién cuando nos hacemos responsables de lo que hacemos, ahí, se puede empezar a construir algo distinto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario