Con el tiempo fue una forma de ser, mirar su muro de Facebook, sus fotos o un simple Hola! Se convierte en una sonrisa en mi cara. Soy rara. A veces, es tan fácil aferrarse a lo poco que nos brinda esa persona especial, sin que ni siquiera el se entere que contamos cada detalle, con cada minúscula cosa.

El amor es ciego, tonto, y no entiende razones. Ya lo acepté, será obsesión tal vez… ¿Quién me entiende?

Llegue a un punto, que ya ni me importa si el me habla, si me mira, escucha o piensa en mi en algún momento. Aprendí a aceptar que nunca fué y ni siquiera sé si algún día va a ser, que simplemente no me ama como yo a el y que a pesar de todo eso, parte de su felicidad es MI FELICIDAD.

La peor forma de extrañar a alguien es estar sentado a su lado y no saber si algún día lo podrás tener.

- ¿Le quieres? 

- No.

- ¿No le quieres?

- No.

- ¿Entonces qué demonios te pasa con él?

... ni ella misma lo sabía.

Pero tiene todo el tiempo del mundo para averiguarlo y hacer las cosas bien.

¿Me prestas un beso?

Prometo devolverlo.

Juguemos a decir mentiras.

Sólo durante unos minutos... luego ya me dirás lo que realmente piensas… pero miénteme un poco.

Hazme feliz estos minutos jugando conmigo.

Píntame una sonrisa... la más falsa de todas, y dime que me necesitas.

Que sin mí no eres nadie. Que sé sacar lo mejor de ti.

Ahora bésame.

Y dime muy bajito, casi susurrando, que me quieres... y que soy todo para ti.

Que soy tu vida, tu mundo, tu todo.

Dime que solo con rozarme ya te vuelves loco.

Dime que cuando me tocas el tiempo se congela y el mundo deja de tener sentido, solo por estar junto a mí.

Dime que soy la única para ti. Que no hay más. Que no necesitas buscar en otras lo que yo sé darte y me sobra.

Que no soy la primera... pero si seré la última.

Dime que supe recoger tu corazón y pegarlo poco a poco. Que lo reconstruí y que ahora sientes que late con más fuerza que nunca.

Dime que estarás para siempre y que no desaparecerás de repente, sin avisar, sin decir

Adiós... sin despedirte… ¡Eso es! Dime que nunca habrá despedidas… Porque las odio.

Que no tendré que llorar ni que darte el último beso jamás...

Ahora vuelve a besarme.

Quiéreme.

Bésame.

Vuélveme loca.

Solamente… miénteme un poco.

El problema no fue hallarte; 

el problema es olvidarte.

El problema no es problema; 

el problema es que me duele.

El problema no es que mientas; 

el problema es que te creo.

El problema no es que juegues; 

el problema es que es conmigo.

Si me gustaste por ser libre; 

¿Quien soy yo para cambiarte?

Si te estoy queriendo sola… ¿como hacer para obligarte?

El problema no es quererte, 

es que tu no sientas lo mismo.

A ♥