Es un cielo claro es una tormenta.
 Es un jorobado, una cenicienta.
 No entiende de razas tampoco de clases.
 A veces el techo a veces la base.
 Es la medicina es la enfermedad.
 Un poco de cordura  pero también de ansiedad.
 Algo de tristeza y a la vez de felicidad.
 Suave como el aire denso como el humo.
 Es igual a todos y no es como ninguno.
 Sueño de un mañana recuerdo de un ayer.
 Una nube inmensa que cuando esta lejos se siente cerca o viceversa.
 Es un mar profundo, un gran desierto.
 Puede ser real aunque a veces no es cierto.
 Tanto predecible como sorpresivo.
 Puede estar ausente, puede andar contigo.
 El mejor oyente cuando nadie opina.
 Varias aventuras, algo de rutina.
 Tanta inexperiencia y tanto que ha vivido.
 Cuando esta presente como que cuando se ha ido.
 No toca la puerta pero es bienvenido y siempre lo será.
 El amor es tan extraño…trae alegria, felicidad.
 Pero es experto en hacernos daño.
 Puede ser fuerte pero a veces cae por su debilidad.
 Es una gran caída, el mejor sustento.
 Es una sola palabra pero con infinitos sentimientos.
 Trata de definirlo.
 Se vuelve rutina si nunca se ha ido.
 Nunca aparece en el momento debido.
                 Impredecible.
                                Tan peligroso…
                                        Tan inofensivo…

       Así es el amor.

Corre, salta, baila, sonríe cuando todos callen, reparte besos caricias y abrazos, canta canciones aunque sea desafinando, sé diferente, desentona, da vueltas bajo la lluvia, enójate con el sol, ríete de tú sombra, ama, quiere, enamórate, llora, ten miedo, respira hondo...Y SUEÑA ¿Pues Qué Seria De La Vida Sin Sueños?

Celos. El amargo sabor que deja algo tan maravilloso como el amor. Horrible para quien los sufre y provocador para la víctima. Muchas veces se confunden los celos con el miedo. Es como sentir que de vez en cuando otra persona te arranca lo que vos más queres. Lo odio.

Cuentan que una vez se reunieron en un lugar de la tierra los sentimientos y cualidades del ser humano. Cuando el aburrimiento bostezó por tercera vez, la locura, como siempre loca, les propuso: “vamos a jugar a las escondidas, es un juego en el que yo me tapo la cara y comienzo a contar desde uno hasta un millón, mientras ustedes se esconden y cuando halla terminado, el primero al que encuentre ocupará mi lugar para continuar el juego”.El entusiasmo bailó secundado por la euforia, la alegría dio saltos que terminó por convencer a la duda, e incluso a al apatía que nunca le interesaba nada.Pero no todos querían participar, la verdad prefirió no esconderse, para que si al final siempre la encuentran, la soberbia opinó que era un juego muy tonto, la cobardía prefirió no arriesgarse. Uno a uno el resto se fueron escondiendo. La primera en hacerlo fue la pereza que se dejó caer tras la primera piedra del camino. La generosidad no alcanzaba a ocultarse por que cada sitio que hallaba le parecía maravilloso para alguno de sus amigos. Un lago cristalino ideal para la belleza, la hendija de un árbol para la timidez.A solo un número de que la locura terminara de contar, el amor aún no había encontrado un sitio apropiado ya que todo había sido ocupado. Pero divisó un rosal y enternecido decidió ocultarse entre sus flores.La locura comenzó a busca, fue fácil dar con la duda porque la encontró sentada en una cerca sin decidir de que lado esconderse.Así fue encontrando a todos, el talento entre la hierba fresca, la angustia en una oscura cueva y al olvido que se había olvidado que estaba jugando a las escondidas. Solo el amor no aparecía por ninguna parte.La locura lo buscó detrás de cada árbol, cada arroyuelo del planeta, en la cima de las montañas... y cuando estaba por darse por vencido, divisó un rosal, donde todavía no había revisado. Tomó una horquilla y comenzó a mover las ramas, cuando de pronto un doloroso grito se holló. Las espinas habían herido los ojos del amor.

La locura no sabía que hacer para disculparse, lloró, rogó, imploró y pidió perdón hasta ser su lazarillo. Y desde de ese entonces, desde que por primera vez se jugó a las escondidas en la tierra EL AMOR ES CIEGO Y LA LOCURA SIEMPRE LO ACOMPAÑA.