miércoles, 12 de octubre de 2011

¿Quién no se acuerda de su primer beso? ¿Quién no se acuerda de su último beso? ¿Quién no recuerda esos besos que dio en el camino? Esos besos raros, besos con historia, besos que tardan en llegar o besos que no llegan nunca. Para mí los imposibles de olvidar son los besos inesperados. Los besos transforman todo, son como una barrera, un muro que cruzás sin saber que te vas a encontrar del otro lado. Se te acelera el pulso, como si el beso fuera la represa que se abre para dejar que un rio de sensaciones te recorra. Los besos no se dan con la boca, los besos se dan con todo el cuerpo. Los besos se dan con la memoria.
Los besos son puentes que unen territorios imposibles, son la prueba que nuestra alma necesita. ¿Técnicamente que es un beso? ¿Dos bocas que se juntan? ¿Respirar el mismo aire? ¿Eso es un beso?
Hay besos que no deseas, o no esperas, pero que llegan y no te sorprenden. Lo que te sorprende tal vez es que no sabés cómo ni por qué, pero te empieza a gustar. Eso sí que es inesperado.

Sabes que no sueño con vos al dormir, no es bueno soñar con los ángeles de hoy. 
Sabes que miento siempre que hay una buena ocasión. 
También sabes que un consejero me dijo "hecho el amor, hecha la trampa" y al pie de la letra sigo ese hermoso consejo cruel...

Ya probé.      Ya pegue.
Ya tome.        Ya eludí.
Ya deje.    
     Ya huí.
   Ya firme.       Ya asumí. 
Ya viaje.
 
Ya sufrí.   
Ya me fui.

Ya volví.
Ya fingí.
Ya mentí.

Que decís que no vas a mentir, si te encanta. Que decís que no vas a reír, si te encanta. Que decís que no vas a venir, si pensás en venir cada vez que te alejas de mí. Que decís que no vas a llorar, si te encanta. Que decís que no vas a bailar, si te encanta. Que decís que no vas a probar, si te encanta. Que decís que no vas a salir, si pensás en salir cada vez que te alejas de aquí. Que decís que no vas a gritar, si te encanta. Es una noche más llena de magia blanca, otra oportunidad donde el dolor descansa.


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